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No es algo planeado conscientemente. Es una respuesta de nuestro organismo ¿por qué ocurre? Es habitual cuando viajamos en transporte público observar a la gente dando cabezazos e incluso quedarse dormida sentada hasta llegar a su lugar de destino. Para los que sufren de apnea del sueño es muy fácil quedarse dormido en cualquier lugar incluso en el transporte público.

A las primeras horas del día, autobuses y metros se llenan de gente que se dirigen a sus trabajos. Normalmente se trata de las horas con mayor tráfico, y no nos sorprende que haya personas que puedan dormir con tanta facilidad hasta llegar a donde deben bajarse. Lo mismo ocurre a última hora de la tarde o en los últimos trayectos del transporte público bien entrada la noche, dormir en el transporte público no es algo planeado a consciencia. Es una respuesta de nuestro propio organismo pero la pregunta real es ¿es oportuno cambiar nuestro colchón por dormir unos minutos en el bus o en el metro? ¿se cuenta este tiempo como tiempo de sueño que nuestro cuerpo necesita cada día?

Los especialistas indican que no se descansa de la misma manera. Es un sueño insuficiente, donde se mantiene un sueño ligero y de poca calidad, donde además la persona no está en una posición cómoda ni recomendada. Obviamente dormir en el transporte público es una prueba de que tu sueño no es de calidad especialmente a los pacientes de apnea del sueño.

Las consecuencias de pegar alguna que otra cabezada en el transporte público son todas negativas, por lo que se recomienda realizar durante el trayecto otras actividades tales como leer, contemplar el paisaje, jugar con el teléfono móvil, escuchar música… pero nunca dormir mientras realizamos el trayecto de ida o vuelta del trabajo.